Si bien la erupción es un proceso natural, muchas veces la aparición de los dientes está precedida de algunas manifestaciones molestas para el niño que lo ponen irritable y odioso
Lo más característico es la gran salivación y la comezón de las encías, que hace al niño morder con fuerza sus dedos, el biberón, el chupete o cualquier otro elemento a su alcance. todas esas molestias desaparecen cuando los dientes rompen la encía y dejan de hacer presión debajo de ellas.
Contrariamente a lo que se cree, no es precisamente dolor lo que el niño siente en las encías cuando los dientes están por aparecer. la presión que éstos hacen bajo la encía le provocan una sensación de comezón, que él necesita aliviar precisamente frotándolas con sus dedos o mordiendo con fuerza los juguetes o el chupete. si hubiera dolor el niño evitara tocarlas. Los anestésicos locales no tienen mayor efecto en estas circunstancias. Estas molestias suelen manifestarse con más intensidad a las horas de comida y cuando el niño está acostado porque en esas circunstancias aumenta la irrigación sanguínea y por lo tanto la actividad celular. es probable que en estas circunstancias rechace el alimento aunque tenga hambre y que también altere su ritmo normal de sueño. para aliviarlo es recomendable frotar sus encías con el nudillo de los dedos unos minutos antes de empezar a comer, o bien pasarle algún elemento para que muerda; en el comercio venden algunos elementos de plásticos que ayudan para ese efecto.
miércoles, 26 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario